Hablemos de la habilidad más importante para el teletrabajo, pero antes, ¿recuerdas a los Supersónicos?, es una serie futurista de los años 60, donde ingeniosos y divertidos desarrollos tecnológicos eran protagonistas de la vida familiar, social y laboral.
Nuestra invitada de hoy, motivada por series y películas futuristas, se imaginaba hace unas décadas cómo sería la vida sin tener que transportarse hasta algunos lugares y poder estar de manera virtual por medio de una cámara, lo que hoy conocemos como teletrabajo.
Hablamos con Herlaynne Segura, mamá, comunicadora social periodista, máster en comunicación digital y magíster en sociedad de la información y el conocimiento. Además es docente universitaria, pionera en periodismo digital y desde hace más de dos décadas, investigadora y fiel promotora del teletrabajo.
Hizo parte del equipo de Salomón, de El Colombiano, un sistema de audio respuesta telefónica que durante 15 años informó a los colombianos sobre diferentes temáticas de actualidad. Después realizó pasantías y estudios de posgrado sobre periodismo digital en España, cuando este campo estaba poco explorado. Allí fue donde se enamoró del teletrabajo.
¿Cómo nació esta pasión por el teletrabajo?
Con el nacimiento de mis hijos cambió mi perspectiva frente a muchas cosas, se abrió otra dimensión que solo la maternidad me dio y dejé mi obsesión por el trabajo. Luego volví a Colombia con muchas ilusiones de vender la idea del teletrabajo, pero al inicio no tuve mucho éxito.
Como decía un profesor, cuando uno llega de primero, le toca esperar en lugares incómodos, y fue exactamente lo que me pasó. De hecho, antes de que llegara la pandemia pensé que no iba a ver el teletrabajo en Colombia, con humor le decía a mi familia y colegas que en mi epitafio iba a decir: “Luchó por el teletrabajo”.
Cuando llegó el confinamiento y empezó la virtualidad, sentí un fresquito, porque, aunque era de manera improvisada y no era en las mejores condiciones, las personas al menos ya sabían que era posible trabajar y estudiar desde la virtualidad.
¿El teletrabajo nació con la pandemia?
No, con el confinamiento nos cogieron de manera desprevenida, afanada, incluso, con muchos temores, estrés y ansiedad. Cuando las empresas se vieron casi que obligadas a volcarse a la virtualidad, nos encontramos con muchas resistencias desde lo humano, de ego, de poder, de liderazgo.
El teletrabajo que vivimos con el confinamiento no es el que veníamos investigando y predicando, así que, aunque el confinamiento sirvió para hacer avances y dar visibilidad, definitivamente no nació allí.
El confinamiento no es un buen referente del teletrabajo, ni sería justo medirlo por esa situación, porque fue una época en la que muchas empresas tuvieron que improvisar, donde tuvimos que desarrollar habilidades emocionales y comunicativas en medio de la incertidumbre y el miedo.
Porque de un momento a otro, sin esperarlo, nos encontramos trabajando mientras el resto de la familia estaba las 24/7 en la casa, tuvimos que reestructurar los espacios del hogar, conseguir las herramientas adecuadas, mejorar las condiciones tecnológicas y de conexión y aprender a las carreras otras habilidades.
Según un estudio de Adecco, el 67% de las empresas colombianas mantendrá el teletrabajo como una opción para sus empleados después de la pandemia.
¿Qué sí es y que no es teletrabajo?
El teletrabajo se refiere a la realización de actividades laborales en un lugar diferente al centro de trabajo habitual. Para que haya teletrabajo, tienen que intervenir varias variables: tecnología de información y comunicaciones, espacio, tiempo y dinero.
Es decir, que para que realmente hablemos de teletrabajo, una persona tiene que usar algún medio tecnológico, realizar la labor en un lugar diferente a la organización, poder estar de manera asincrónica o sincrónica mientras ejerce la labor y recibir una remuneración económica por ese ejercicio.
Algunas actividades que se consideran teletrabajo son:
- Realizar labores administrativas desde casa.
- Trabajar como diseñador, redactor, traductor, programador u otra actividad profesional desde un lugar diferente a la oficina.
- Acceder a sistemas y plataformas de trabajo en línea para compartir documentos, realizar seguimiento de proyectos, entre otros.
Y algunas situaciones que no son teletrabajo, como:
- Trabajar desde casa solo de manera ocasional, es decir, asistiendo regularmente a la oficina. Este caso podría confundirse con el teletrabajo suplementario.
- Trabajar desde un lugar que no cuente con infraestructura tecnológica necesaria para el teletrabajo.
- Realizar actividades que requieren la presencia física en la oficina, como labores de producción, atención al cliente o pacientes.
El Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC), informó que el teletrabajo se implementó en más de 4.600 empresas en Colombia durante el 2020.
¿Qué es lo más importante para hacer teletrabajo de manera eficiente?
Las habilidades digitales sin duda son importantes para el teletrabajo, pero éstas se aprenden rápidamente, pero la autoeficacia no, por eso, esta habilidad es vital para hacerlo de manera eficiente. Esta realmente es la habilidad más importante para el teletrabajo.
La autoeficacia significa ser responsable, no requerir la supervisión constante para hacer mis labores, trabajar por objetivos, ser capaz de dar cuenta de mi proceso, saber tomar decisiones e informar oportunamente alguna situación.
¿Qué mitos hay alrededor del teletrabajo?
Que se trabaja menos o que una persona que teletrabaja lo hace porque no tiene muchas habilidades. A veces se escucha en los espacios laborales que las personas que teletrabajan son mal llamadas: televagadoras, porque aún existe la creencia que trabajar bajo esta modalidad significa hacer poco, no ser productivos o hacer tareas muy simples.
Que los líderes sienten que pierden el poder sobre sus equipos. La falta de gobernabilidad es uno de los mitos más complejos en el teletrabajo y un punto donde las empresas deben trabajar con sus líderes para que aprendan a liderar equipos remotos de manera efectiva y sin caer en la microgestión.
Que se podría pagar menos. Como es claro que el teletrabajo no solo trae ahorros para las empresas, sino también para los colaboradores, hay organizaciones que piensan que teletrabajar significa poder recibir un salario más bajo. Hay que tener en cuenta que el salario no se basa en la presencialidad, sino en el conocimiento, las habilidades y los talentos.
Que las personas que teletrabajan están aisladas socialmente. Es común escuchar que las personas que hacen teletrabajo no tienen vida social, viven aislados, les cuesta entablar conversaciones. Pero nada más lejos de la realidad, hay muchos más espacios, además de los laborales para socializar.
Que los jóvenes aman el teletrabajo. Lo que he descubierto desde la investigación, la práctica y la docencia, es que, aunque los jóvenes son muy hábiles para la tecnología, no son tan amantes del teletrabajo porque en esta etapa están configurando su identidad frente a los demás y estableciendo relaciones afectivas. Esto definitivamente se les da mejor en la presencialidad.
Un informe de McKinsey Global Institute encontró que hasta el 30% de los trabajos en todo el mundo podrían ser realizados desde casa en el futuro.
Beneficios para colaboradores y empresas
El Libro Blanco del Teletrabajo en Colombia, elaborado por el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC), resalta los siguientes beneficios del teletrabajo tanto para las empresas como para los colaboradores:
Beneficios para las empresas:
- Aumento de la productividad: al no tener que desplazarse a la oficina, los colaboradores pueden dedicar más tiempo a su trabajo, lo que se traduce en un aumento en la productividad de la empresa.
- Reducción de costos: el teletrabajo puede disminuir los costos de infraestructura, energía, transporte y alimentación, entre otros.
Según un informe de la consultora Global Workplace Analytics, el teletrabajo puede ahorrar a las empresas entre $2,000 y $6,500 por empleado al año en costos de oficina, gastos de viaje y otros gastos.
- Mejora de la retención del talento humano: el teletrabajo puede mejorar la satisfacción y la calidad de vida de los colaboradores, lo que está directamente relacionado con la retención y fidelización.
Un estudio de Owl Labs encontró que el 82% de los trabajadores que trabajan desde casa están menos dispuestos a cambiar de trabajo.
- Mejora de la imagen de la empresa: la implementación del teletrabajo influye de manera positiva en la imagen de la empresa, proyectándola como una organización moderna, innovadora y preocupada por el bienestar de sus colaboradores.
Beneficios para los colaboradores:
- Mejora de la calidad de vida: el teletrabajo puede mejorar la calidad de vida de los colaboradores al permitirles una mayor flexibilidad en la gestión del tiempo y la eliminación de los tiempos de traslado al trabajo.
- Ahorro de costos: el teletrabajo puede ayudar a los colaboradores a ahorrar en costos de transporte, alimentación y vestuario de oficina.
- Mayor autonomía: el teletrabajo le da a los colaboradores mayor autonomía en la gestión de sus tareas, aumentando su motivación y compromiso. La habilidad más importante para el teletrabajo sin duda, es la autoeficacia.
- Reducción del estrés: el teletrabajo puede disminuir el estrés relacionado con el traslado al trabajo y con el ambiente laboral en la oficina.
Un estudio de la Universidad de Stanford encontró que los trabajadores que trabajaban desde casa experimentaban menos estrés y agotamiento en comparación con los que trabajaban en la oficina.
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